Y esto es lo que hicimos: un baño con una forma extraña, y ganas de usar la fresadora, la radial y la sierra de corte (sobre todo ésta!). Y un proyecto, una idea a medio definir y muchas ganas.
El comienzo fue duro, a 0.0ºC en la calle, haciendo cola para comprar las maderas y cargarlas en el coche. ¡Qué frio!
Pero bueno, que eso sea todo! Con las herramientas compradas (fresadora, unos 60€, el estuche de fresas 20€, la sierra circular 30€ o así, el disco unos 16€), nos fuimos a estrenarlas!
Antes, preparar "el taller", la cocina de Alfonso, que cubrimos con plásticos para no llenar todo de polvo (y aún así, madre mía la que liamos). Nota: la próxima vez, buscaremos un garage o en la calle para liarla, ya que la cocina no es el mejor sitio, por la paliza que se pegó el amigo luego para dejarla niquelada!
Bueno, tras tener los materiales y las medidas más o menos claras, empezamos! Lo primero, construir la mesa de trabajo y dejarla bien fijada a los caballetes, para no tener sorpresas luego!
Con las medidas y las ideas más o menos claras, empezó el serrín a llenar todos los rincones posibles. Una locura! pero eso sí, muy divertido! la fresadora fue la clara triunfadora del día, con esos contornos y los biseles con profundidad variable, jajajaja. Os dejo un par de vídeos para que veáis lo bien que lo pasamos:
seguiremos informando!
En el próximo post podréis ver los problemas que tuvimos para hacer los ángulos, la base del mueble (alguien decía que era mejor por fuera, lo que luego se comprobó que no, jajajaja), el tema del pintado del mueble etc etc etc (ah! y las put***as bisagras, que es un mundo aparte!
