martes, 23 de enero de 2018

Remember nostálgico de las motos que he tenido

Buenos días,

Hoy no será una entrada larga, sino más bien un remember de las motos que he tenido la suerte de ir teniendo a lo largo de estos años.

Mi camino ha sido curioso, más que nada porque no sigue la típica linea ascendente: vespino, scooter, motillo, marchas, moto grande, moto más grande... sino que es fruto de las circunstancias, la crisis, las oportunidades, el amor a primera vista, el capricho... en fin, la vida misma. Empecé con la vespino, encontrada en la casa de verano de mi abuela (DEP, te echamos mucho de menos!) una tarde de verano gallego, aburrida y lloviendo. Ahí nació mi pasión por las motos, la mecánica y el enredar.



Luego vendría, bajo amenaza de expulsión del hogar familiar, mi primera moto: comprada con mis ahorros, teniendo carné de moto (el extinto A1) pero sin ser una moto que legalmente pudiera conducir: la kawasaki zephir de 550. Su escape "only for competition" y su look antiguo me enamoraron. Se la compré a mi amigo Juan Ignacio, que no tiene sangre, sino gasolina en las venas.



Tras un año usándola, tras querer re-comprarme la moto, me aposté con él que la moto valía más de lo que yo había pagado; claro, la puse al día de todo, revisión, ruedas, rodamientos... me dejé casi 800€, y la compré por 1.000€. Quería re-comprármela por 1.000€, y eso no puede ser. Le dije que me apostaba lo que quisiera que esa moto valía más. Así que la anuncié por 2.000€, que es lo que pensaba que valía. Y 24 horas después me encontré con que no tenía moto, la había vendido.



El siguiente paso fue buscar moto, porque para ir a trabajar la necesitaba. Ahí entraron de lleno los consejos de mis compañeros de trabajo, y especialmente de Antonio, al que le debo mucho. Sigue trabajando en Motor Press Ibérica. Gracias a él, me compré la Z750. Modelo al que le tengo gran cariño, moto increíble y con la que pasé 55.000 km divertidísimos. Acabó la moto con más piezas de la kawasaki ninja zx6 que originales jajajaja. Me arrepiendo muchísimo de haberla vendido. Pero pensaba que era hora de cambiar.



Y me compré la recién salida ninja 636. Preciosa moto. Me enamoré. Lástima que durara apenas 3 meses en el garage, me la robaron unos indeseables a los que sólo les deseo la peor de las muertes.



Tras un mes de desasosiego, me hice con la Z750-R, que en el fondo, tenía muchos de los elementos que le había instalado yo a mi antigua Z. Pero el destino estaba en plan que no, así que también me la robaron.



Tras un bajón enorme, tanto que pensaba no tener moto de nuevo, el destino me sonrió, y un amigo que cambiaba de país por trabajo me ofreció su moto. La BMW R 1200 GS. Una moto que no tenía en mi radar, pero que fue un acierto. Cuando sea mayor, me la volveré a comprar.

Vendí la moto por razones prácticas (usarla para moverme por madrid es un desatino para esta moto, devoradora de km y amante de las rutas) y económicas: no tenía sentido estar en el paro y tener una moto "premium" en el garage. Así que por eso, desdiciéndome de mis principios, me pasé al mundo del scooter: la piaggio x7 300i pasó a ser mi amiga y compañera. Sin pena ni gloria. Las scooter es lo que tienen, que casi ninguna (sólo las que están concebidas como motos pero disfrazadas de scooter) enamora.



La vendí (un chollo para el que la compró) y no me dio ninguna pena. Me acababan de dar coche de empresa, y para ir a Mejorada, ni me planteaba ir en scooter.

Tras mi lesión en el tendón de aquiles, en cuanto me dejaron apoyar y conducir scooter los médicos, me puse a buscar. Mi gran amigo y tocayo Álvaro Z. me vendío su scooter, la kymco. Moto indestructible, gran trabajadora y barata de mantener. Me salvó la vida durante los meses de fisio, llevándome y trayéndome de casa al hospital todos los días. Se lo recompensé arreglando todos los desperfectos que tenía, poniendo un buen aceite en el motor y la transmisión y manteniéndola limpia de polvo. No porque me gustara, sino porque en cierta manera era mi forma de homenajearla.



La vendí la semana pasada, a Manuel, un chico de Cádiz que trabaja en Madrid. Te llevas una joya! Como ya te dije, ¡trátala bien! y te durará años. El motivo de la venta, es otra oportunidad que se cruza en mi camino: mi gran amigo Alberto por fin me hace caso, y vende su versys, a la que en 10 año le ha hecho... 8.500 km!! WTF! es lo que tienen los niños, el curro... que al final la moto pasa a segundo plano, y no queda tiempo. Pero no pasa nada! le daré una segunda oportunidad! Y tras los mimos pertinentes, revisión completa, seguro, ITV,  lavado a fondo... ya está lista para dar guerra. Espero que mucha!



Una entrada que pretendía simplemente mostrar un gif con las motos que he tenido, se ha convertido casi en la historia de mi vida. Una vida sobre dos ruedas.