lunes, 19 de diciembre de 2016

Día de rececho

Día de rececho.
Sábado 17-12-2016
Salida de Madrid: 07:10h
Llegada: 09:15
inicio rececho: 10:00

Salimos después de dejar el 4x4 aparcado bajo un chaparro, cerca de la casilla. Nos pusimos a andar. Habíamos visto de camino un par de hembras con un macho selectivo que había que quitar.

Nos acercamos, teniendo en cuenta el aire, muy despacio, buscando localizar a los venados. Cerca del camino, estaban pastando tranquilamente. Con el viento de cara, nos facilitaba el no ser descubiertos. Nos situamos detrás de un arbusto, y plantamos el trípode. Empezaron a moverse, pues el viento de repente roló y a punto estuvieron de huir. Localizo al macho selectivo, pero no se deja. Está de culo y se va alejando. En un momento, gira y se pone en posición. Apuntando a la paletilla, el tiro es lejano (unos 160 metros) y yo estoy muy nervioso. Doy un gatillazo, y la pelota sale al galope, con la buena suerte que vienen hacia nosotros. Recargando el monotiro, me encaro de nuevo y disparo al selectivo a la carrera. Evidentemente vuelvo a fallar, por lo que los nervios se incrementan mientras recargo de nuevo. Ya con más calma, vuelvo a apoyar el rifle y encararme en el visor, los animales despistados se han quedado parados muy cerca de nuestra posición, por lo que, ahora sí, puedo centrar el tiro, aguantar la respiración y hacer blanco. El animal cae en el sitio, siendo un tiro mortal y sin sufrimiento. El selectivo era para enmarcar, un venado de 2-3 años con unas cuernas que cualquier corzo dejaría en ridículo.



En nuestro camino, atravesando un prado, en un claro, vemos un macho solitario, que el guía tenía localizado desde hace tiempo y con deseos de quitar, pues era un selectivo: un venado de 3 años que no llegaba a vareto. Situados tras un arbusto, con calma, plantemos el tiro y esperamos que cumpla. Ahora asegurando el disparo, el animal cruzado, apuntando a la paletilla, el disparo es certero. Tanto que consigo, tras el disparo, mantener el rifle y el visor y seguir encarado, para ver cómo da un salto, avanza unos metros hacia la izquierda quedando oculto tras unas matas, para volver al sitio y volver a saltar. Tras este último esfuerzo, cae redondo.

Seguimos caminando, y tras cambiar de valle, subir y bajar por un par de trochas, nos encontramos (literalmente) a la vuelta de un giro, un par de baretos pastando. Al ir en silencio y con el viento a favor, los teníamos a tiro de piedra, y nos deleitamos viéndoles pastas y vivir ajenos a nuestra presencia. Un cambio de aire hacen que salgan espantados.


Continuamos la marcha, y nos dirigimos al norte, a buscar en el otro lado del coto más selectivos. Tras una buena subida, con el corazón bombeando a tope y la respiración entrecortada, nos asomamos desde arriba, y localizamos dos machos de gamo selectivos acompañados de tres hembras. Como es estaban marchando, plantamos la horquilla rápida, apoyar el rifle, cargar y prácticamente disparar, sin poder ni contener la respiración por la reciente subida. Evidentemente, fallé el tiro. Los animales huyen hacia la izquierda, y nos proponemos seguirles. Volvemos a entrarles al rato, desde una posición elevada, un blanco parado y a una distancia de unos 70 metros, que fallo inexplicablemente. Los animales huyen, esta vez hacia la derecha. Los veo marchar con gran pesar, mientras recargo por si acaso. Vemos que al final, se paran bruscamente. Nuestro rastro anterior les ha echo dudar! Están escondidos tras un pinar, y apenas se les ve. Para no desaprovechar la oportunidad, plantamos la horquilla. Con el visor al máximo de aumentos, 10x, encaro y busco. Localizo entre tanto pino y rama una ventana libre por la que disparar, y espero a que el macho cumpla. Ahora sí, le tengo en el visor, y apuntar, contener la respiración y disparar sale fluído y limpio. El tiro, complicado por el pinar y la distancia (unos 180m), es perfecto, y el animal cae en el sitio con un tiro en la paletilla. Estas cuernas las guardaré para dárselas al enano para que juegue. Su primer gamo :)