lunes, 2 de septiembre de 2019

Reforma casa de pueblo- DIY - Parte VIII (instalación suelo laminado)

Buenas noches!

Perdonar el ritmo, pero haciéndolo en ratos libres los fines de semana que puedo, pues poco avance.

Ahora al lío: dejamos el piso de arriba con los huecos rellenos, la pared enlucida, todo pintado. Bueno, todo todo no, falta una segunda mano de pintura en un 25% del techo, pero nos quedamos sin material. Ahora tocaba el suelo! Más por ganas de avanzar y ver esos avances que porque tocara, pero bueno. Hay veces que tienes que hacer un avance de este tipo para volver a coger confianza, ver que las cosas avanzas y no mandarlo todo a tomar por culo.






Menos mal que he tenido ayuda, tanto de mi mujer como de mi amigo Nico, que me han ayudado a poner el suelo. ¿tarima o laminado? Pues es tarima flotante, y es laminado, en el sentido de que tarima flotante entiendo que es el sistema, y laminado la composición del material. Llamémoslo tarima flotante. Es una oferta que pillé hace meses, y ha estado cogiendo polvo el palé de láminas en la entrada de casa casi un año! Pero bueno, les ha llegado el momento. Lo primero, subirlo todo. Su padre lo que pesa. Y luego, aspirar el suelo para quitar toda la mierda, polvo, piedras, piedrecitas… y picar con la paleta para que el suelo sea lo más plano posible y luego no me haga ruidos o extraños. Tras una hora dándole al aspirador (gran compra joder!), pues extendemos el rollo blanco. Se supone que es aislante, y también el soporte para que luego las lamas se deslicen. Por eso dicen que es flotante.






La tarima, al ser de las “baratas”, pues… requiere de una ejecución perfecta para que encaje bien. Al principio… pues mi ejecución perfecta pasaba por convencer a las lamas de que encajaran con mi amigo el martillo. Luego se impuso el refrán: más vale maña que fuerza. Y vas haciendo mano, con lo que acabas sabiendo poner la tarima cuando has acabado. En fin! Las partes rectas y los cortes normales, pues fácil. Ahora, los encuentros con las esquinas, las puertas, la lama final que hay que partirla a la mitad… quedó para otro fin de semana. En este primer sábado pusimos la mitad, moviendo todas las cosas al otro lado, y el siguiente finde, a la inversa.





El siguiente finde aproveché para llevarme las dos puertas, que pillé de oferta en el Aki. Por lo que había ido mirando, de menos a más calidad (y el precio acompaña de más baratas a más caras) tienes puertas huecas (rellenas con panel de abeja de cartón), puertas de DM (esa pasta conglomerada de restos de madera triturados y con cola me imagino) y por último, las que son mazizas de madera (y que pesan como un muerto). Pues encontré de liquidación las puertas en bloc (premontadas) mazizas, y además lacadas en blanco (el lacado se supone que es la terminación más buena) y en la medida más grande (las hay de 62,5 cm de ancho, 72,5 cm de ancho y 82,5 cm, evidentemente el precio cuanto más grande más cara) por… 50€ la unidad!! Así que me hice con ellas. Y al pueblo! Amarradas en la baca del coche. Creo que es la única vez que he ido a la velocidad establecida llendo al pueblo! Que coñazo de viaje. Pero el miedo a que salieran volando ante un frenazo o similar me hizo ser prudente. Las puertas llegaron sanas y salvas sin moverse ni un mm! Sorprendido sigo.  Ahí se quedarán hasta tener tiempo otro finde! Pero no podía dejarlo escapar.



Como bonus, en el murete que recorté para darle luz a la escalera, he usado unos perfiles de sobra y unas planchas para hacer una mini-librería de obra, donde pondré novelas y libros chulos. Va a ser mi rincón de lectura. Por ahora está sólo el concepto, pero con algo de imaginación os podéis hacer una idea! Sobre el peso… deciros que al subir el sofá cama, que pesa como un muerto, tuvimos que apoyarlo… y aguantó! Así que no habrá problema con los libros.






Bueno, en definitiva, el suelo ya está puesto, terminados los detalles, a falta de poner el rodapié. Creo que ha ganado muchos enteros con esto el piso de arriba. El confort es cojonudo, y la impresión de que las obras arriba llegan a su fin, cada vez más real. Sé que me queda la balconera, rematar la ventana (creo que la voy a enrasar al interior en vez del exterior como está ahora) y poner las puertas, pero poco a poco! Creo que ya es  presentable subir y no bajar lleno de polvo. El color del suelo me encanta, creo que queda cojonudo. ¿qué os parece?

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